
Cuando hablamos de Andalucía, a menudo pensamos de inmediato en la Edad de Oro del Islam, la gloria de la civilización islámica y cómo Al-Andalus fue una de las claves más importantes en la historia del progreso tecnológico y científico. El conocimiento es poder y la búsqueda del conocimiento es una obligación en el Islam. Ningún progreso podría ser posible sin conocimiento y eso es lo que hicieron los primeros musulmanes, ya sea en Andalucía o en China.
Los hombres y mujeres andaluces pusieron todo su empeño durante 800 años en iluminar la conciencia y el espíritu de la humanidad. Nombres como Ibn Rushd, al-Zahrawi, Ibn Zuhr, Ibn Tufayl, Abbas ibn Firnas, Ibn Bajjah y muchos otros musulmanes andaluces brillarán y conquistarán el mundo. Pero, ¿qué pasa con otros científicos andaluces menos conocidos que también fueron importantes por sus aportaciones?
Aquí hay una breve recopilación de eruditos andaluces menos conocidos, pero muy importantes:
- Abu Bakr Muhammad ibn al-Walid at-Turtushi:
Nacido en Tortosa, at-Turtushi fue uno de los filósofos políticos andaluces más destacados del siglo XII. Su libro “Kitab Siraj al-Muluk” (La lámpara de los reyes) es una de las obras más importantes jamás producidas en el mundo islámico medieval sobre filosofía política. - Ali Ibn Hazm al-Andalusi:
Ibn Hazm fue un erudito, poeta, político, abogado, genealogista, historiador, filósofo, lingüista en árabe, hebreo y siríaco cordobés andaluz del siglo XI. Escribió tratados sobre lógica, la relación entre el sonido y la velocidad a la que tiene que hacerlo. Confirmó, 500 años antes que Galileo, que la tierra es redonda y la probó con versos coránicos en su tratado. También sirvió durante un tiempo a la dinastía omeya en Córdoba como primer ministro. - Ibn Razin al-Tujibi:
Al-Tujibi es un erudito, abogado, poeta andaluz del siglo XIII y, en particular, un gastrónomo murciano muy famoso. Escribió varios trabajos científicos, pero de sus trabajos no queda más que su libro de cocina “Las delicias de la mesa y los mejores tipos de alimentos preparados”. Además de sus escritos sobre la cocina andaluza y norteafricana y el uso de hierbas, escribió sobre el uso de los utensilios de cocina adecuados (las ventajas y desventajas de su uso) y dispuso los nombres de las hierbas y recetas en orden alfabético con las explicaciones necesarias sobre su uso y su beneficio para la salud humana. - Abu al-Hassan ibn Ali al Qalasadi:
Abu al-Hassan ibn Ali al Qalasadi es un matemático, filósofo, médico y erudito islámico andaluz del siglo XV (un conocido faqih de la escuela de derecho Maliki) de Baza, cerca de Granada. Es el fundador de los símbolos algebraicos estándar que usamos hoy en día en matemáticas. Es la primera persona que ingresó la «x» en matemáticas. También escribió un libro en el que explicaba el papel del álgebra en la poesía árabe. - Loubna al Qortobiya:
Erudita andaluza del siglo X y secretaria del Califa de Córdoba. Ella fue una de las personas clave en el palacio de ambos califas (Abderrahman III, y más tarde su hijo al-Hakam II). Era una mujer muy intelectual que se especializaba en poesía árabe, gramática, arte de caligrafía árabe y muy motivada por las matemáticas. Tradujo al árabe diferentes libros y manuscritos científicos. Fue la impulsora de la creación de la famosa biblioteca de Medinat Az-Zahraa y también fue nombrada por los califas como responsable de la biblioteca de Córdoba. - Maslama al-Majriti y su hija Fatima al-Majritia:
Maslama fue un matemático andaluz del siglo X (lo llamaron el “Imán de los matemáticos en Andalucía”), astrónomo, químico (tradujo el “Almagest” de Ptolomeo) y escribió ensayos sobre la economía en Andalucía. También predijo un proceso futurista de intercambio científico y el surgimiento de redes de comunicación científica. Construyó una escuela de astronomía y matemáticas y marcó el inicio de la investigación científica organizada en Al-Andalus. Introdujo y mejoró las tablas astronómicas de al-Khwarizmi y ayudó con los historiadores de su hija Fátima al convertir la era persa al sistema de la era islámica (= Hijri). Gracias a la introducción del sistema de la era islámica y la forma en que se calculó, Córdoba formó el centro del mundo. También introdujo nuevas técnicas de investigación y triangulación.
Su hija Fátima contribuyó en la astronomía. Escribió un libro muy importante sobre cómo usar «un astrolabio».
Maslama y Fátima también trabajaron juntos en el cálculo de la posición del sol, la luna y los planetas, la compilación del calendario de fenómenos astronómicos y el cálculo de la puesta de sol y los eclipses lunares.